miércoles, 25 de junio de 2014

Violencia en LA PAZ PERPETUA



Uno de los temas principales de la obra es el terrorismo y su incidencia en el sistema político, el cual malogra esa perspectiva Kantiana de armonía universal.

El terror puede aparecer en cualquier momento, dejando tras de sí su faceta más cruel.  Mayorga  es paralelo en el ideario del  filósofo búlgaro Todorov  en cuanto a su convicción de que la Ilustración (de ahí que aparezca Kant) es el germen de la Europa contemporánea: debería haber una revisión retrospectiva de estos principios para poder modernizarlos.

La Paz Perpetua es meramente discursiva. Mayorga no pretende adoctrinar ni tiene una actitud moralizante, el lector saca su propia conclusión tras los ‘’debates’’ acontecidos en esta creación literaria.




Los perros tienen que competir entre sí. La mentira para confundir y hacernos creer cosas que quizás no sean como nos la cuentan, es una forma de que la violencia salga a la luz por todos sus poros. Una forma de indicarnos quién es el enemigo y donde se encuentra el amigo. 

El atentado del 11-M en la estación de Atocha fue un golpe para todos los españoles. La muerte y la indignación se hacían realidad en un contexto pre-electoral (cuidado con este dato de poder político) y a continuación,  la seguridad se convertía en un factor determinante para ejercer un control social ‘’respaldado’’ por los trágicos acontecimientos. Así es más fácil incitar al odio y a la venganza sobre ciertos grupúsculos.

ODÍN. Ese tipo es una hiena. ¿Sabes por qué te ha dicho lo de las cámaras?Quiere privarte de tu mayor virtud: el instinto. Sabe que está perdido si te dejas guiar por tu instinto. ¿Qué te pide tu instinto?

JOHN-JOHN. Matarlo.

En determinados lugares, hay personas que se dedican a arrebatar jóvenes de sus familias para entrenarlos como armas arrojadizas contra los que ‘’calumnian a Dios’’ y se someten a una instrucción militar para ser ‘’el orgullo de sus familias’’. 

Realmente lo que hay detrás, son intereses de gente que quiere hacer el mal por cuestiones que se alejan mucho de lo que Dios querría. 

El tema del terrorismo mueve millones al año en muchos países –desde Colombia hasta Irán- con el negocio armamentístico, dinero negro … y otros asuntos que nos sorprenderían.
En la obra se plantea el tema de Dios como un juego de preguntas y respuestas. ¿Existe o no?¿ganaré sus favores?¿arderemos en el infierno?.

ENMANUEL. Si apuestas <<Dios no existe>> y Dios efectivamente no existe, ¿qué ganarás? Solo esos fugaces placeres a los que renuncia el creyente y que el ateo se permite. Esos mismos efímeros goces que perderás si apuestas <<Dios existe>> y resulta que Dios no existe. En cambio, si apuestas <<Dios no existe>> y Dios existe, lo lamentarás eternamente en el infierno. Por último, si apuestas <<Dios existe>> y Dios existe, ganarás la eternidad.





El final de la obra es un punto caliente que  hace especial hincapié en el concepto de libertad y paz que tenemos las personas. ¿Todo tiene un precio? ¿Tenemos todos un coste?. Vender una cosa por otra, comprar la dignidad. Perpetrar una paz, pasando por encima de cualquier situación, ¿es lícito?. Seguirán las oscuras intenciones de los hombres hasta que logremos tener una ‘’reconciliación’’ con todos los seres humanos. ¿El fin justifica los medios? ¿matar a otra persona de forma violenta para salvar a otras puede ocasionar la salvación?.


HUMANO. (Humano a Enmanuel) Kant se avergonzaría de usted. Kant estaría a nuestro lado. Trabajamos para que todos puedan leer a Kant, ir al teatro, vivir en libertad. Pero la libertad tiene un precio. Ese precio lo pagamos nosotros, en nuestros corazones. Y lo seguiremos pagando hasta que llegue la paz. Al mundo y a nuestros corazones. Es nuestro sueño: la paz perpetua.


Puesto que la razón condena la guerra y hace de la paz un deber absoluto, y puesto que la paz no puede ser lograda ni garantizada sin una unión compacta de naciones, estas deben formar una alianza de índole peculiar, que podría llamarse una alianza pacífica, diferente de un tratado de paz, puesto que pondría fin para siempre a todas las guerras, en tanto que el tratado de paz solo pone fin a una.
                                                                                                                   E.Kant

 


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