Cuando pasamos por al lado de una persona con escasos recursos económicos y le damos la espalda o simplemente cuando le damos una limosna para que pueda sobrevivir un día más. Hay gente que da dinero a otras personas para sentirse mejores consigo mismas (realmente es un acto egoísta) y así seguir su vida tan campante, sin pensar que esa persona mañana seguirá en el mismo sitio.
Las circunstancias que nos llevan a ser como somos son muchas. Nadie elige el lugar donde nace, ni a sus padres, ni a su condición social. En el respeto y en la inclusión está la clave. La sociedad, a veces, te manipula y te hace ver que lo extranjero o lo que ''no es igual que tú'' es malo/inferior. Es terrible como nos empecinamos a veces en vivir en nuestra burbuja y no ver más allá de las apariencias y situaciones.
En la obra hay un fragmento muy ilustrativo sobre esta cuestión:
Comisario. Es posible, pero desde luego el que no tenía la culpa de nada es ese hombre, al que han dejado medio muerto por la única razón de ser de otro color. Ha venido desde Nigeria. ¿Se imagina cuántas calamidades habrá tenido que soportar para llegar hasta aquí, con el único sueño de encontrar un trabajo y poder traer a su familia…?
Berta. ¿Usted cree que yo no lo siento? El mundo es espantoso.
La violencia física y el odio racial de la obra se incrementan a medida que vamos conociendo a los personajes representados por Mario y Raúl.
Vemos como la evolución de Mario es distinta a la de Raúl. Mario siente que hay algo que está mal porque está siendo consciente de que la integridad de una persona está por encima de cualquier acto cruel y caprichoso. La influencia de grupúsculos que no tienen sentido alguno con vinculaciones políticas, violentas o xenófobas se convierten en la red perfecta para captar a estos chicos que se quedaron sin un referente familiar estable. Una violencia que intrínsecamente realiza el estado es dejar a jóvenes sin esperanza y desamparo ante situaciones de las que podrían salir si tuvieran un método pedagógico apropiado.
Raúl se empeña en seguir con esos actos delictivos para sentirse integrado – algo muy común entre adolescentes- y así estar protegido frente a su inseguridad emocional.
Podemos verlo en la siguiente parte:
Mario. Además,
que estoy harto ya… Coger a un tío, cagado de miedo, e inflarle a hostias…
¡Joder! Una persona es una persona, ¿no? Tengo la cara del negro metida aquí
mientras le hinchábamos… ¡sus ojos, coño, aquí dentro! Y si no os quito lo
matáis.
Raúl. ¡No
me jodas, Mario, no me jodas! Eso es por los rollos que te ha metido la tía de
los huevos, que se podía haber quedado en la cárcel y no venir aquí a joder. Te
ha comido el tarro, tío.
En
definitiva, en la obra se ve una violencia tanto física como psicológica. Esto
repercute en todos y cada uno de los personajes que la conforman, formando una
espiral de indignación y crítica social.
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Thomas Turgoose como joven skin. Fotograma de This is England |
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